28 julio 2010

¡Viva la tolerancia del PP y olé!

"Al que no le gusten los toros ¡Que no vaya a verlos!", dijeron los del PP (es que entre ellos lo del amor a los cuernos es casi educacional) eso sí que es respetar la libertad individual... Lástima que no se lo hayan preguntado a los toros, pobres animalitos míos ¡Si es tan bucólico verlos pastar en los prados! además es menos sanguinolento. Los catalanes han prohibido la Fiesta Nacional, Aleluya, hermanos, dudo si lo han hecho por entender que ese primitivismo ya no tiene lugar en la sociedad actual, por respeto a los derechos de los animales o sencillamente para putear al Estado Español y ¡Visça Catalunya! Yo, sea por lo que se, lo celebro por los toros que ya pueden bailar con las vacas. Lo que me da náuseas es la hipocresía de la derecha. Del mismo modo que sugieren que a quién no le guste no asista a las corridas, aplicar el mismo argumento para quién no está de acuerdo con el aborto ¡Que no aborte!, para los que no comparten que los gays puedan casarse o adoptar niños. Los toros son tan criaturas de ese Dios (que interpretan como les viene en gana, especialmente cuando se trata de pecar) como ese mix de espermatozoides y óvulos con vistas a ser un ser humano... Pensándolo bien, los toros no son un proyecto de vida ya están vivos. Habrá quien argumente que los astados sin plaza no tienen sentido de ser y que es el espectáculo de las corridas lo mantiene la especie. Pienso en los burritos, y hoy por hoy, no tienen más sentido que dar imagen y cuerpo al personaje de "Platero" (Yo, ya existo fuera del papel... Eso creo) para que los niños -si es que en el futuro siguen leyendo la historia por imperativo estudiantil, dudo que lo hagan por propia voluntad-sepan de que bichejo hablaba Juan Ramón Jiménez o para cuando les digan "Eres un burro", tan burro como los del PP, entiendan a que se están refiriendo...

19 julio 2010

Vicente del Bosque for president!!!

Es un tipo corriente y si no fuera porque hizo que España se transformara por primera vez en la historia en Campeona del Mundo, nadie notaría su presencia. Podría ser el empleado de un banco detrás de la ventanilla , el portero de una finca, el vendedor de un ultramarinos, un controlador de billetes de tren y seguramente todo lo haría con la misma serenidad, distancia y comedida cordialidad que ha demostrado como entrenador de la Selección Española de Fútbol. Vicente del Bosque entiende el éxito como un trabajo en equipo, un equipo de grandes (y caprichosas) estrellas, en las que cada uno irradia su propia luz, pero por una meta en común, están capacitados para dejar de lado su egocentrismo (gracias a su entrenador) y difuminarse con el resto de luminarias en un Todo. Todos brillaron, casi nos cegaron, como una central eléctrica y así, juntitos, arrasaron. De todo esto carecen nuestros ineficaces políticos. Sin embargo rebosan de una egolatría y soberbia sin fundamento que también ciega, les ciega, e incluso les ensordece pero, lamentablemente no les deja mudos. Eso de la "unión hace la fuerza" no va con ellos. Lo importante no es salvar el país, ¿pa qué? si estamos tan de mierda hasta el cuello como el resto del planeta... A alguien ya se le ocurrirá algo para solucionar la cuestión. Lo importante es echar al otro del podio, para elevar los brazos como campeones, no en el Congreso de los Diputados, sino en una especie de ring inexplicable. Dan pena. Rajoy y Zapatero podrían haberse integrado a la tribu de Lost (seguramente como personajes secundarios, no dan para más) porque están más perdidos que los auténticos protas o, para decirlo de un modo más coloquial, que mi virginidad. Yo apenas recuerdo cuándo la dejé por ahí, ellos tampoco recuerdan dónde dejaron sus ideales. Del Bosque, sin anunciarlo a los cuatro vientos, mantiene en las buenas y en las malas aquello de lo del Talante de ZP y cuida como una princesita a la cándida niña de Rajoy, no hay más que ver que saludable, resistente y esperanzado está su (nuestro) equipo. Supongo que tanto en el PP como en el PSOE debe de haber mentes brillantes con buenas intenciones, pero sus jefes están tan entretenidos en mirar sus beldades y los defectos del oponente en esa especie de Espejito Mágico de la bruja de Blancanieves que les convence de tú eres el más guapo y el mejor, que los insustanciales pero imbatibles neones de sus respectivas megalomanías no les permiten ver las llaves de encendido y apagado de otros focos menos contaminados. Los periódicos dicen sobre el debate sobre el "Estado de la Nación" (que no es ninguna tontería si tenemos en cuenta que ya hace rato que no hay manera de que salga de la UVI) que lo ha ganado Rajoy o Zapatero, o que lo ha perdido Rajoy o Zapatero... Yo creo que lo perdimos todos. Lo peor, es que la vida no es un partido de fútbol ni un campeonato.

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