13 febrero 2012

Aún queda mucho por joder

Yo no sé si Sony se habrá liado con el PP, pero la nueva radio de mi coche, solo pilla las emisoras afines al Gobierno: Cope, Intereconomía, Onda Cero y otras que hablan de la Virgen, de las Oraciones y de Dios. Puede que todo se deba a que no he leído la enciclopedia de instrucciones -ya no son manuales,- o puede que el nuevo aparatejo (por el que he pagado dos duros, debe ser el quinto que me roban) se esté adecuando a los tiempos que corren, en los que no hay multiplicidad de opiniones. La verdad es solo una. ¡Lo que hubieran dado Mulder y Scully por llegar a este momento! El Expediente X es Rajoy. Nadie sabía hasta dónde era capaz de llegar, y lo que es peor, aún nadie lo sabe. ¿Qué será de nosotros después de las elecciones andaluzas? Todo lo que había prometido que no haría es lo está haciendo: No le echaré la culpa al PSOE, no subiré los impuestos, no bajaré los sueldos y SOBRE TODO: gobernaré para TODOS los españoles (no para Merkel). Yo sinceramente no me siento incluida. El flamante pero triste presidente, que da menos la cara que Zapatero cuando ya no sabía cómo dar la cara, lleva el cetro de mando de una sociedad indignada, desahuciada y con desesperante certeza de que la cosa va a ir a peor. Yo lo sufro cada mañana cuando leo las noticias, la futilidad del Ejecutivo no tiene límite. ¡No puedo creer las prioridades de mis nuevos gobernantes! Se preocupan más por los que no han nacido -poniendo toda clase de pegas a quienes necesiten abortar-, que por los que no tienen nada que comer; de lavar el cerebro a los estudiantes a darles ocasión de aprender, razonar y escoger, y dar luz verde a una justicia cada vez más ciega. Si Franco levantara la cabeza y viera cómo resucitan su ideología sin actualizar, como si el tiempo no hubiera pasado, la volvería a esconder exclamando: "¿Qué obsoletos! Tierra trágame, please". De seguir por este camino, ¿podré seguir escribiendo en mi blog lo que se me ocurra? Ojalá no tengamos que  descubrir el fuego otra vez, si es que la energía nuclear no ha acabado antes con nosotros. Rajoy está caldeando el ambiente. ¿Arderá España como está ardiendo Grecia?
No miremos atrás, no nos convertiremos en seres de sal, pero seguro que nos quedaremos de piedra.

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