Érase una vez una ovejita que no quería seguir al rebaño –aseguraba que entre tanta lana sin esquilar apenas podía identificar su sombra -. Entonces se escapa.
Un buen día, mientras pasta en un prado, comienza a mascar una hierba rara – que sabe a mayonesa cubierta con cacao- y por arte de magia, se convierte en humana pero –pese a sus esfuerzos por encontrar una razón lógica a su metamórfosis- conserva su mentalidad ovina. Sus errantes paseos la llevan a una ciudad. Llega a dominar al pueblo, que, rebelándose a vivir como en un rebaño inicia una revolución. La oveja, vencida, termina asada.
El mundo, al igual que una obra de arte, provoca emociones, reacciones y sentimientos. He decidido que éste sea mi refugio intelectual, para poder compartir con el visitante inesperado, mi manera de ver y entender lo cotidiano, lo mundano y la vida.
24 diciembre 2005
Cuento: "El sino de lo inevitable"
Érase una vez una ovejita que no quería seguir al rebaño –aseguraba que entre tanta lana sin esquilar apenas podía identificar su sombra -. Entonces se escapa.
Un buen día, mientras pasta en un prado, comienza a mascar una hierba rara – que sabe a mayonesa cubierta con cacao- y por arte de magia, se convierte en humana pero –pese a sus esfuerzos por encontrar una razón lógica a su metamórfosis- conserva su mentalidad ovina. Sus errantes paseos la llevan a una ciudad. Llega a dominar al pueblo, que, rebelándose a vivir como en un rebaño inicia una revolución. La oveja, vencida, termina asada.
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