26 diciembre 2005

Yo acuso: Buenos padres

Y lo hacen en nombre de Dios, de su Dios (el mío no entraría en ese juego). Hay muchos que ponen en tela de juicio la capacidad de una pareja de personas de un mismo sexo de poder criar y educar niños. Pienso que el número de “pichas” y “chichis” que convivan bajo un mismo techo, no identifica a la gente como mejor o peor. No estoy ni a favor ni en contra de los matrimonios gays, del mismo modo que no me posiciono frente al de los héteros. Cada uno es libre de tan dependiente o independiente de las “buenas costumbres” como le plazca. Mi amor, afortunadamente, no está regulado. Imagino que los padres de los descerebrados que quemaron viva a una indigente, deben ser un hombre y una mujer, y seguramente buenos cristianos; al igual que los de las crías que le robaron el bolso a una señora, en el centro de Madrid, ocasionándole la muerte por el susto; los de los chavales que “arreglan sus cuentas pendientes” a navajazos; los que se entretienen humillando a sus compañeros de instituto o los que se divierten destrozando los espejos y pinchando las ruedas de los coches, sólo por mencionar los actos de algunos “angelitos”, hijos -en opinión de muchos- de hogares "como la gente". Para mí son sencillamente “putos de hijos” (no involucro a sus madres en el nivel de su crueldad individual). No descarto que los niños que pueda criar una pareja gay, o en un hogar monoparental, terminen siendo tan bestias como las de los héteros, porque un hombre que ama a un hombre, o una mujer que ama a una mujer, o un hombre o mujer que sin parejas aman a sus hijos, pueden ser tan buenos o malos padres como el resto de la sociedad. En estos salvajes tiempos que corren, la labor de ser guía de los pequeños proyectos de seres humanos es arduo complicada. Los malos ¿nacen o se hacen? Me viene a la cabeza esa maravillosa película “Semilla de maldad”. Lo único importante es que la gente, sea de la condición sexual y religiosa que sea, esté capacitada para poder enseñar a su prole a ser sencillamente buenas personas. Otra cosa es la aberrante ley del menor ¡Un auténtico chollo! Si yo fuera una joven gamberra, me lo pasaría bomba haciendo las más maravillosas perversiones que mi mente enferma pudiera engendrar. Algo falla, pero se puede enmendar. Criar hijos es una elección y ¡Bienaventurados TODOS los que se atrevan y esfuercen en ello! Independientemente de quiénes sean sus progenitores, los críos, como individuos, también pueden ser buenos o malos en su naturaleza. Recuerdo el horroroso caso de unos encantadores chavales que se divertían pinchándole los ojos a una tortuga con un alfiler. Sí señores, eso está mal, muy mal y si bien, yo no les castigaría dejándoles tuertos, posiblemente sí les obligaría a hacer un trabajo social que, en este caso, podría ser el de limpiar las jaulas y recoger la mierda de todos los animales del zoológico. Una mala acción, un delito o un crimen, siempre deben ser juzgados y penalizados en proporción al daño que han ocasionado y no a la edad. Si se trata de menores, los reformatorios pueden ser "excelentes hogares de acogida" -durante el tiempo que sea necesario- para restaurar y encarrilar una conducta que, desde muy temprano, parece transitar por la más nefasta de las sendas sociales. Si bien nada se pierde, afortunadamente sí se transforma.

1 comentario:

  1. Anónimo7:17 p. m.

    Y el tema NO termina donde la Narradora lo ha dejado.
    Aún queda mucho por decir sobre la adopción de niñas y niños por parejas homosexuales.
    Como puede indignar tanto a unos lo que a otros inmensa felicidad les da? Como un sueño truncado de padres (o madres) a ser, puede causar festejos de gente que dice seguir los preceptos de la naturaleza y el camino del Señor?

    Suerte que esta España "Punta de Lanza", país del "Neoderecho", está gobernada por gente iluminada. Esta es la España que da la cara. La que da derechos. No quita.

    -NO pueden ni deben adoptar los gays!, claman los que cegados bajo la oscuridad de la cruz se justifican con...: -"es que el pobrecito hijo de los maricones (de mierda) será fustigado,incluso maltratado por otros niños normales del cole".
    Pues a educar a vuestros niños y enseñarles a ser tolerantes, SEÑORAS! A crear niños con mente digna de este Siglo y NO con el ERROR que vosotros lleváis adentro, SEÑORES!
    Que los pobres hijos de maricones, bien educados y tolerantes vienen ya, de su cálido hogar.

    El Primo F.

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