10 septiembre 2007

Momento poético: ¡Es que vales un huevo!

Revolviendo viejos papeles ¡Menuda sorpresa me he llevado al descubrir que allá entonces, supongo que en 1988, tuve momentos poéticos como lo que viene a continuación.
¿Por qué será? que tu culo no es mi modelo favorito, pero en él cocinaría un huevo frito.
Esta es un poco más profunda:
Para ti he escrito infinitas páginas.
Por ti, he arrancado otras tantas de mi pasado.
Contigo he sabido traducir los momentos
al lenguaje del silencio,
y... Sin ti,
por fin, he descubierto
quién era yo.
Y una que llega con título: "Buenos días, poesía":
Toma un castillo,
quítale un ladrillo,
golpea mi puerta con un martillo,
pero ¡Por favor!
No aprietes el gatillo.
Si tu pelo sigue igual, si la cejas cejan de cejear,
si los dientes están aún si brillar...
¡Coge un cepillo!
Debes cepillar...
Sonriele a tu sonrisa.
Es una suerte que mis aspiraciones a poetisa se hayan diluido en algún momento...

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