10 septiembre 2007

Cuento: Un romance muy limpio

Lo miraba... Mi éxtasis era indescriptible. Sofocos, sudores, calor... Mucho calor.
Ella y el cubo, un sólo corazón.

No servían para nada el uno sin el otro.
Vivían por y para ellos, no pedían más.
Una de las sensaciones más maravillosas era cuando la sumergían dentro del agua -cuerpo contra cuerpo-, alivio, pasión. Él era una piscina de placer, casi un mar con su inmensidad.
Ella sólo quería ser una fregona (y nadie la comprendía).
Él soñaba con poder ofrecerle alguna vez... Un poco de agua limpia.

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