El mundo del revés

Estamos en una España loca, en la que aquello de "hecha la ley, hecha la trampa" funciona al revés. Es algo así como "Tú haz la trampa y yo apañaré las leyes". A los jueces que hacen su trabajo se les aparta, a los que no lo hacen se les asciende, los fiscales defienden y los abogados lo tienen tan fácil, que se dedican a decir chorradas. Este Gobierno es como Raid: de un solo saque se ha cargado todas las instituciones y las ha dejado bien muertas. Ya nadie cree en la democracia (gracias a la mayoría absoluta), en los políticos de todos los colores (que parecen actores de un thriller poniendo sus mejores caras de póker al tiempo que van dejando cadáveres en su camino), en la Monarquía (que parece utilizar tinta de calamar para teñir una sangre azul injustificada), en la Justicia (a la que se le ha oxidado la balanza) y la Iglesia y sindicatos (que rinden sobre todo culto al poder y al dinero).  A todos se les ha visto el plumero, nos timan y nos miente ya con descaro ¿Para qué guardar las apariencias? Las palabras Ética, Moral y Bienestar están en completo abandono por parte de nuestros gobernantes, si por ellos fuera, las excluirían del diccionario. Los más grave de todo esto es que a los ciudadanos, poniéndonos zancadillas y atándonos de pies y manos, nos toman por idiotas intentando que nos creamos que su País de las Maravillas no es puro cuento, lo malo es que están convencidos de que nos lo tragamos y si no, le da lo mismo.