01 septiembre 2016

Se busca presidente

Una de mis distracciones durante este verano, por aquello de dejar reposar mis neuronas, fue tragarme las cinco temporadas de The walking dead. De tanto no pensar, creo que una parte de mis neuronas se solidarizaron con los zombies y se impregnaron con esa sustancia viscosa y repelente que van chorreando como si tal cosa para declararse en huelga de razonamiento. Pero también hubo otras que se aliaron con los supervivientes y están dale que te pego ante cualquier acontecimiento nocivo y pernicioso. En pocas palabras, he comenzado a ver la vida, como si fuera un capítulo de la serie. Un síntoma que se intensifica aún más cuando, a la espera de la próxima temporada, me 'entretengo' (por decirlo de alguna manera) viendo en la tele la réplica española del programa ambientada en el Congreso de los Diputados (cuando pienso que yo les pago el sueldo, cogería la catana...).


Lo que no tengo muy claro es si nuestros políticos son los muertos vivientes o los vivos que se matan y a veces se comen entre ellos para poder sobrevivir. Cegados por esa atmósfera de "Esto es la jungla" en la misión de presidir España, han perdido la objetividad sobre lo que están haciendo... ¡Vaya! Ahora también me viene a la cabeza la saga de Los Inmortales y su consabido lema: "Solo uno puede quedar"... Lástima que ni Rajoy, ni Sánchez, ni Iglesias, ya que aburren, no sean tan guapos como Christopher Lambert o Sean Connery.

A estos los tenemos demasiado vistos... Sería genial perderlos en el olvido. Aburren.
Obsesivos en su amor a sí mismos, descerebrados ante lo que los ciudadanos les están diciendo en las urnas, no una, sino dos veces, insisten una y otra vez (y lo peor es que no cambian el guión y se repiten, sin variaciones como para hacernos un lavado de cerebro) que cada uno de ellos es el mejor para España. No señores, todos son una pena, todos son lo peor y mientras no cambien los protas y la trama, hay que tragar con lo que hay. Las urnas lo demuestran.

Si lo miraran con lupa (quizá peque de optimismo) la situación no es tan terrible. En el momento en que cesen de demostrar quién la tiene más grande, rompan con su inmovilismo, lubriquen sus cererbros, comiencen a hablar, a ceder y dar por nuestro bienestar, acepten las buenas ideas de unos y otros (a pesar de que no hayan sido suyas), un gobierno liderado por Rajoy, pero atado de pies y manos por no tener una mayoría absoluta, incluso puede llegar a ser sano durante los cuatro años que necesitamos hasta que llegue un presidente como la gente que nos merezcamos los españoles. Todos para uno y uno para todos.

Nuestros políticos, han tenido la gentileza de enseñarnos sus plumeros y han demostrado con creces que no son los candidatos que uno escogería para que guiaran nuestros destino. Los tres tienen una capacidad nula para demostrar otro interés más allá de sí mismos. Está claro, se aman, pero a nosotros, no tanto.
Si hay nuevas elecciones, nuevamente ninguno de nuestros candidatos me representará, así que volveré a votar al PACMA, que al menos sí representa a mis animales y estoy segura que velaran por su bienestar y el de toda la naturaleza.

PD: A Albert Rivera y a Alberto Garzón no los incluyo en este pack, porque si este panorama fuera The walking dead, ellos serían los encargados de la iluminación, unos secundarios que serían fulminados sin mayor trascendencia pero nunca actores principales, entre otras cosas, porque ni ellos mismos se lo creen. Lo siento. Son mejores, pero no buenos.

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